Una de esas noches

En una noche lluviosa, Julián, un hombre ya entrado en los 50 años, delgado, alto, con poco pelo y unas pocas canas que ya le salpicaban, un detective veterano, como todas las noches, intentaba relajarse con un cigarro y su canción favorita: “Entre dos tierras de Héroes del silencio”. Aquella melodía le hacía recordar su juventud, su rebeldía, su energía de aquellos años. 

Entre su meditación y la música, se escuchó un grito de espanto que provenía del patio compartido que tenía con su vecina. Toma su arma de la mesa, inmediatamente va al patio, en alerta y con pasos lentos. Ve por la ventana: se ve en ella una mujer desangrándose. Inmediatamente la identifica: Es Lety, su vecina, echada en el piso, con una herida en el corazón. Julián abre la puerta y va a socorrerla, pero ya es muy tarde. Lety intenta hablar, pero no puede, se nota nerviosa y con ganas de escapar. Pero solo le muestra un pedazo de camiseta que le quitó a la persona que le atacó.
Julián observa la casa de Lety, estaba abierta. Con su arma en mano, camina despacio, abre la puerta, y ve todo en la casa patas arriba, como un lugar donde hubo una pelea. Cruza el pasillo y va a la habitación. Allí ve sangre encima de la cama. 

Ligeramente, le empieza a doler la cabeza y empieza a recordar como extrañamente la habitación le parece conocida, aunque nunca estuvo allí. Inmediatamente pasa al baño, y ve una cartera de hombre en el suelo, pero Lety vivía sola, o es lo que él siempre había supuesto. Toma la cartera, la cual se le hace familiar, la abre, ve su identificación de detective y otros documentos que son de su pertenencia. Extrañamente, volvía el dolor de cabeza, esta vez más intenso. 

Sale corriendo del lugar, va al patio, pero el cuerpo de Lety ya no está, tampoco había sangre. Se siente extraño y todo le da vueltas. 
Entra a la casa, toma un trago de un whisky barato que tiene en una licorera. Se mira al espejo de la sala y ve que tiene una herida en el ojo, como de uñas. Empieza a verse todo el cuerpo y ve que tiene las manos ensangrentadas, pero en ningún momento tocó a Lety en la herida. Mira su camisa, y ve que le falta un pedazo de tela, inmediatamente ve el pedazo de tela que Lety tenía en las manos y ve que es el mismo que le falta a su camisa. Empieza marearse, siente la necesidad de vomitar. 

Sale de la casa, pero al salir, ve a Lety entrando a su casa, lo saluda amablemente y cierra la puerta. Julián se desmaya.

Una alarma suena a las 5:00 AM, Julián se despierta, muy confundido y con una respiración agitada. Se levanta de la cama desesperadamente, revisa sus manos, su cara, su cuerpo... No ve nada extraño. Enciende el noticiero, y pasan la noticia de que una joven llamada Lety Campusano, había sido violada y asesinada en el patio de su casa por un vecino. El cual está siendo perseguido enérgicamente por la policía.
Julián sigue sin entender... toma un baño, prepara un café mientras fuma su primer cigarrillo y se va a trabajar, como si nada ha pasado.

A.J de la Cruz

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